Búsqueda en este blog.

martes, 1 de enero de 2013

1.- Presentación


1.- Presentación de la revista.

1.1.- Prefacio, prólogo o...


El parto de los montes.                Traducción libre (primer curso)

Mons parturiebat                                         

gemitus immanes ciens.

Orbis totus expectabatur;

at mons peperit murem.

 

El monte se puso de parto

y emitía tremendos alaridos de dolor.

Todo el orbe mundo se quedó expectante;

pero finalmente el monte parió un ratonín.

 

El Monte Teleno (wiki-Rodelar)

 

Donde se relata cómo surgió este proyecto de revista, con qué parámetros y para qué fines. Si llega el caso, avisaremos también de los momentos críticos o de dudas para su supervivencia. Y, puestos en lo peor, declararemos el final de su andadura, en caso de que se produzca.

Esta información irá apareciendo, si la inspiración no flaquea, en subpáginas de este prefacio, en forma de diálogos, pláticas, charlas, escenas dramáticas... para hacerla más asimilable - que no haya que estudiar -. Pero el mensaje va con "todas las de la ley", como un compromiso que nos obliga, mientras dure.

Como se suele advertir, "los personajes son ficticios y cualquier parecido con personajes reales será mera coincidencia". Personifican a los lectores y editores de la revista pero a nadie ni ninguno en concreto.

Se admiten propuestas de temas a debatir en esas escenas y serán "superbienvenidas" escenas ya escritas.



1.2.- Donde se cuenta cómo, porqué y para qué nació esta revista.

Diálogo de dos viejos cascarrabias en el banco de la muralla.


 

Estos dos payasetes no necesitaban fingir ni una miajina para representar uno al "tonto" y el otro al "más tonto todavía". Yo conozco al que no hacía de "tonto". ¡Y no rompían ni un flexo!

  • ¿Telarañas dijiste?
  • ¡N’ home, no! Díjete “telemarañas”, “te-le-ma-ra-ñas”. Lo que pasa es que tú estás cada día más sordo. Estírate de una ve y cómprate los audífonos, que no hay forma de entendese contigo.
  • Ah, sí, telemarañas. ¿Y eso, qué es?
  • Puffff… Pues es que… Aún no lo sé ni yo.
  • O sea, como siempre. Ji, ji, ji…
  • ¡Ya estamos! ¡Ya empezamos a tocar lo que no debe ser tocado! Mira que me levanto y ahí te quedas…
  • ¡Oye, tú, a ver si aguantas un poco, escocío, que parece que cada día duermes peor!
  • Ay, Señor, Señor…
  • Bueno, a ver. ¿Te explicas o no te explicas?
  • Pues es que… ¿Cómo te lo diría yo pa que te pueda entrar a ti n’ esa mollera?
  • A ver, listillo, inténtalo, que tampoco soy tan corto.
  • Vamos a ver: imagínate una especie de revista emitida desde  "al pie' l Teleno" para los que anduvieron por aquí y ahora andan lejos. Bueno, anden lejos… o cerca también.
  • ¿Cómo?
  • “Tele”, lejos. ¿Comprendes?
  • ¡Ajáaaa!
  • “Teleno”, el monte, Montes de León, la referencia. ¿Vale?
  • Umm, sí, … ¡Que valga!
  • Piedemonte, “raña”, monte bajo… ¿Sigues pillando?
  • Aaaaahhhh! Sí, hombre. Lo de la cabra al monte. ¡Que valga también!
  • “Maraña”, enredo, hilos tenues. “Enmarañao”, que se ve borroso, como con nubes, con ojos de abuelo. ¿Síguesme todavía?
  • Sí, sí, sígote, sígote. ¿Y si te operaras ya las cataratas, qué tal?
  • ¡Vaa! Y “red”. Que va a estar en la red, en la www, la world wide web, la red a todo lo ancho del mundo. ¿Eso también sabes lo que es?
  • ¡Ssss, sí, hobreeee! ¡Algo he oído!
  • Una red como de “telaraña”, con muchos enlaces y conexiones, que podrás entrar por cualquier lao y salir por cualquier otro. Todos conectados, no como las “neurinas” que Dios te dio.
  • ¡Uy, uy, uy…!
  • Y que se podría actualizar y consultar desde cualquier sitio.
  • ¿Síii? ¿Desde Alemania, por ejemplo?
  • ¡Desde Alemania, por Manolo!
  • ¡Bien! ¿Y desde Argentina también?
  • ¡Desde Argentina también, por Fidel!
  • ¡Muy bien! ¿Y desde Turcia?
  • ¡También, hombre, también! Claro, siempre que te estires de una vez y contrates ADSL, por ejemplo!
  • ¡Recibido!, ¡Recibido!
  • O séase… Lo que se diría una redacción “exurbetorbe”. ¿Qué te parece?
  • Será "urbietorbi". ¿No?
  • Oye, no confundas el dativo con el ablativo que si s' entera don Gregorio "te petrifica, chaval".
  • ¡Buenoooo…!
  • ¡Y todo eso en tiempo real, eh!
  • ¿Mandeee?
  • En tiempo real, al instante, hombre, instantáneamente.
  • ¡AAAAAh!
  • Es decir: que no es una revista que se publique con una periodicidad semanal, mensual… ¡No, no! Pa que tú m’ entiendas: es una revista permanente y “al ratín”, una revista “al istante”.
  • ¡Cojonan tuam misericordiam!
  • ¡Chist! ¡Oye! Y con imagen y sonido incorporados, no sólo textos…
  • ¡Bueno, bueno, bueno…!
  • ¡Y lo que sea que inventen en el futuro!
  • O sea: ¡¡¡¡“L’ acabouse”!!!!
  • ¡Más o menos!
  • ¿Y todo eso lo vas a inventar tú?
  • ¡N’ home, no! ¡Ya' stá inventao! Ya hay otras muchas, incluso de antiguos alumnos, dos en concreto de colegas nuestros más jóvenes.
  • Pues sí que parece que va a ser algo grande.
  • Bueno, tendremos que empezar “amodín”, humildemente, poco a poco y a ver si llegamos a algún lao, no vaya a ser que nos esmoquemos por correr mucho.
  • ¡Vamos, vamos, vamos...!
  • Pues eso quiere ser “Telemarañas”. Ah, y gratis para todos los que la quieran ver, tacaño, que eres un tacaño y seguro que ya t’ está temblando la mano de pagar.
  • Ya, ya… Ya he pillao, ya. O sea que tenemos palabra nueva… y medio de comunicación novísimo. ¡Uuuufffff! Si lo llega a ver don Esteban, te pone meritisimus cum laude.
  • ¡Dígotelo yo!  
  • Bien, hombre, bien. ¿Y, a todo esto, tú cuándo duermes?
  • ¡Cúmuuu?
  • Que si consigues dormir  algún ratín, después de tanto devaneo… “Devaneo”, desatino, delirio, desconcierto… ¿Pillas tú?
  • ¡Pillo, sí, pillo! Pues mira. Sí duermo: “la siesta pequeña”, “la siesta’ l borrego”, "la siesta grande", y la siesta de cada telediario. ¡Ji,ji,ji…! Menos por la noche, a cualquier hora. Y luego me da tiempo a “devaneos”, juegos, pasatiempos y distracciones. ¡Amargao, qu’ eres un amargao!
  • Ya veo, ya, el resultao. Bueno, hombre, bueno… Pues a ver si publicas pronto y ya veremos en qué acaba el parto del Teleno, a ver si nos enseñas el focico' l ratón. Ah! Y alcuérdate, gocho pinto, de la ley de prensa. No vaya a ser que tengamos que llevarte un tantico pan y un cuantico vino al calabozo
  • ¡Ya le dio otra ve l’ ansia de tocar quod non tocandum! ¡Si es que contigo no puede ser,  no puede haber paz!  ¡Anda p’ allá, cansino!Vel'ahí!!! El focico'l ratón!
  • ¡Adiós, escocío!
  • ¡Véy con Dios, petardo, y por la sombra!

 Telemarañas, 20 de mayo de 2013


 


1.3.- Reglas de uso y funcionamiento de esta revista - Decisiones ejecutivas.


 

¡Oiga uzté, ¿y zi dizpara?

 

  • Si, si! Ya hablamos el otro y yo hace unos días y me contó lo de la revista virtual.
  • ¿Y a ti parécete bien?
  • ¡No, a mí me parece mejor! Sólo que me da un poco de precaución. Eso de que la pueda actualizar cualquiera... y sin control… Lo de la redacción “exurbetorbe”… No sé yo.
  • Ya. También a mí me da algo de ansiosidad.
  • ¿De qué?
  • De congojae meae.
  • Ah. Y digo yo: ¿No puedes pasar algún filtro a los contenidos antes de publicarlos? Mira que en Internet entra todo el mundo y algunos “a saco”.
  • Sí. Tendremos que hacerlo de alguna manera. Y esperar que no se espante nadie por la censura. También podemos, si hace falta, limitar el acceso para lectura a usuarios acreditados.
  • Hombre, tanto como eso igual ya no hace falta.
  • Ya. Igual no.
  • Bueno, pues… si no tienes más dudas, podías intentarlo ya.
  • Uuyyy! Dudas tengo otras muchas, muchas.
  • ¿Por ejemplo?
  • ¿Qué tal si pidiéramos permiso para incluir nuestros contenidos en la web oficial del seminario, en lugar de hacer una propia?
  • Ah, ya! Por un lado estaría muy bien. Tendría un soporte más fiable. Pero… ¿qué hay del riesgo de que cometamos alguna frivolidad, aunque sea de forma inconsciente?
  • Ya. Ya... ¿Y en las páginas de las otras promociones, que ya existen?
  • Eso parece más factible. Podemos estudiarlo y negociarlo.
  • Pues habrá que estudiarlo, al menos.
  • Sí. Sí! Lo estudiaremos con calma.
  • Aunque eso no quita para que arranquemos, de momento, con una prueba inicial. Y… a ver qué tal rula.
  • Podemos?
  • Sí. Ya está visible, si queréis echarle un vistazo.
  • Oye, pues, entonces, si es por mí, tira para adelante ya.
  • Otra duda. Me parece que no sería conveniente incluir datos de identificación personal. Es que, una vez que aparece tu nombre en internet, cuesta Dios y ayuda hacerlo desaparecer.
  • Estoy de acuerdo. Limítate entonces a referirte a nosotros de forma escueta, como mucho por el nombre o alias cuando sea necesario. Ya pensaremos en la forma de facilitar los otros datos, si es imprescindible en alguna ocasión, por otras vías y sólo a quien los necesite de verdad. En todo caso, habría que consultar antes al interesado.
  • Bien. Como ejemplo de esta precaución, verás que he eliminado vuestros números de teléfono en la imagen de la octavilla que enviasteis para convocar la reunión de este año. Creo que todos tenemos ya vuestros números de teléfono. Además, incluiremos una dirección de correo electrónico, como buzón para recibir todas las comunicaciones que nos quieran enviar por esa vía los usuarios de la página web. ¿Estás de acuerdo?
  • Sí que lo estoy, sí.
  • Bueno. También me parece que no debemos cargar la página en la red de una forma que salte enseguida tras cualquier búsqueda. ¿Tú qué crees?
  • Lo mismo que tú. Que no salte más que cuando se la busque por su nombre propio.
  • ¡Mejor así, que sea una cosa sólo para nosotros, no para curiosos!
  • ¿Entonces vale, te pones a ello ya?
  • ¡Que sí, que ya estoy en ello! Otra duda más : ¿No crees que necesitamos una especie de "mentor", alguien con “autoritas”, que no “potestas”, para ir vigilando lo que hacemos y evitarnos despropósitos, resbalones y quebrantos?
  • ¡Tararí, que te vi! Se te nota que eso ya no es una duda. Igual hasta tienes ya pensado un candidato.
  • Igual…
  • Pues… suena bien. Pero vuelve a sentirse el tufillo a la censura.
  • No, no! Escúchame: sería mero  “consilium”, voz sin voto, pero con solvencia.
  • Uy, eso de “consilium” todavía me suena peor.
  • Bueno. Pues vamos a pensarlo despacín y a sondear, no vaya a ser que no tengamos a nadie que se preste a asumir ese mareo.
  • Muy bien. ¿Pero vas a enseñarnos algo pronto o no?
  • Si. Enseñareivos al menos el focico'l ratón como di l’outro.
  • Pues. Hasta cuando quieras. ¡Queda con Dios!
  • ¡Vey con él, hombre!



Telemarañas, 25 de Mayo de 2013