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sábado, 15 de junio de 2013

9.F.- In paradisum

 


9.F.- In paradisum perducant nos angeli.


 

En esta página mantendremos la relación de todos los profesores y compañeros que nos han precedido en su viaje al paraíso. 

 

¡Que nuestro recuerdo más cariñoso y nuestras preces los sigan en este viaje!

&&&&&&&& Sintonía &&&&&&&&

Gabriel Fauré - Misa de Requiem, op. 48

In paradisum deducant te angeli.
In tuo adventu suscipiant te martyres et perducant te in civitatem sanctam Jerusalem.
Chorus angelorum te suscipiat et cum Lazaro, quodam paupere, aeternam habeas requiem.

Que los ángeles te lleven al paraíso. Que, a tu llegada, te reciban los mártires y te conduzcan a la santa ciudad de Jerusalén.
Que el coro de los ángeles te reciba y con Lázaro, el pobre aquel, tengas descanso eterno.

 

Reflexiones y plegarias por los difuntos

Gregorio Rodríguez Fernández

Devocionario Poético Popular. Astorga- 2006


La muerte, parte y coronación de la vida. 

Vivir y morir coinciden,
porque, a la vez, sin notarlo,
como aprendices de muertos
los vivos van caminando. 

Este camino conduce,
según la fe claro afirma,
al cielo, jardín luciente
de espirituales delicias. 

Con la consumación lenta
la vida llega al rescoldo
y la muerte apaga entonces
de golpe el último tronco. 

Los muertos deben abrir
los ojos a los aún vivos
para a la muerte esperar,
estando en vela y en vilo. 

Se aprende, por lección última,
y mejor ninguna otra,
que, viviendo, todo falta,
y, muriendo, todo sobra. 

La muerte es coronación
de la vida, tras combate:
murió el cuerpo, débil junco,
vive el alma en otro cauce.



Después de la muerte, la vida. 

La muerte es cierta en el hecho,
incierta, el cuándo no dice,
pobres y ricos iguala,
tiene variados matices. 

Debe aceptarse como algo,
pero, si a la fe se ciñe,
pasa a ser llamada de Alguien,
que Dios Padre se define. 

Es ir al cielo, a habitar
otra casa indestructible,
con todo amor construida,
donde la muerte no existe. 

La esperanza brilla, aumenta,
desde cristianas raíces,
que el grano brota, y la rubia
espiga su ritmo sigue. 

Pues Jesús resucitó,
tener gran cuidado exige,
y a quien murió dignamente
a vida eterna le admite. 

Tras rezar por los difuntos,
e incluso ayuda pedirles,
resta con ellos volver
en el cielo a reunirse.


Esteban Carro Celada (31-8-1974 - Accidente de tráfico).


Cayetano


Eduardo Novo Palacios


Santiago Luengo Vidales


Desiderio Narciso Rodríguez Castro (27-6-2008 - Ictus)


Santiago Hernández de la Fuente (24-10-2010 - Infarto)


José Manuel Buján Álvarez (12-1-2012 - Transplante)


Isaac Cascallana Fernández


Gregorio Rodríguez Fernández (3-7-2014)


Sergio Pérez Alonso (28-8-2014 - Intervención)


Darío Aparicio Cabero (22-3-2017 - Intervención)


Luis Aurelio Miguelez Martínez (7-10-2020)


Laureano Fernández Fernández (9-12-2021)



¿...? En este trance nos hemos de encontrar todos.

 


¿Valen algo las oraciones digitales?

Sí, muchos creemos que todas las oraciones valen, también las digitales.



Oración a La Virgen, Madre,

por las ánimas benditas.

 

María, puente y camino,

con tu ayuda maternal

a las ánimas benditas

hazlas al cielo pasar. 


A ellas, en alto aprecio,

tú, Madre de los mil nombres,

míralas piadosamente

con ojos corredentores. 


Si pagan esclavitudes,

tú, Madre, la limosnera,

alívialas, te lo piden,

que dar por ti a Dios deleita. 


Como excelso valimiento,

tú, Madre del santo alcázar,

ábreles pronto el cerrojo,

que su puerta ven cerrada. 


Pues a los hijos escuchas,

tú, Madre de suplicantes,

dales el cielo anhelado,

casa de Dios sin edades.